domingo, 8 de abril de 2012

Capítulo 7: ¿Quién demonios lo sabe?

Al llegar al portal de Alis nos paramos a hablar.
-¿Y bien?
-¿Y bien, qué?
-Vaya cosa fea lo de Paula, ¿eh?
-Es gilipollas.
-¡Carmen!- dice Alis.
-Tia, me dirás que no. Que se vaya con sus "amiguitas" que cuando la dejen de lado yo no voy a volver a estar con ella como si no hubiera pasado nada.
-Alis, Carmen tiene razón, luego vendrá a nosotras como si no hubiera hecho nada, y siempre nos pasa lo mismo por hacernos las buenas.
-Tal vez no deberíamos verla más, ¿no?
-No sé, me parece un poco excesivo...
Silencio.
-Deberíamos darle a entender que tendría que haber rechazado la invitación por solidaridad.- dice Alis.
Pero noto que ninguna de las tres estamos convencidas, de modo que doy por zanjado el asunto.
-Bueno, ya hablaremos. Nos escribimos luego por Tuenti, ¿vale? Total...
La verdad es que no sé que quiere decir ese <<total>>, pero llevo una temporada usándolo a menudo. Es decir, en mi opinión es bonito, te da libertad... Deja, en cualquier caso, espacio abierto a la imaginación. Equivale a decir: << Total, puede suceder algo... >>, << Total, es sólo una fiesta >> o << Total, la vida sigue >>. O, al menos, yo lo uso y lo interpreto así.
Carmen y yo nos dirigimos a casa.
Seguimos dándole vueltas al asunto. De repente se me ocurre una idea. Sonrío. ¡He encontrado la manera de acudir a la dichosa fiesta!.
-Corre, sígueme- le digo a Carmen cogiendola del brazo.
No dice nada, se puede imaginar que he tenido una idea. Eso es lo bueno, que ya nos conocemos tanto que nos podemos entender sin apenas hablar.
Llegamos a C&C.
-Buenas tardes, ¿qué deseas?
-Me gustaría darle una sorpresa a mi mejor amiga, Elena Martínez. Más tarde vendrán a recoger su tarta de cumpleaños.
-Ah, sí, es cierto.
-Pues te cuento, mis amigas y yo hemos pensado lo siguiente...
Y sin saber muy bien cómo consigo convencerlo, el dueño me lleva a la cocina y se distrae un instante, instante que me basta para llevar a cabo mi diabólico plan.
-¡Gracias, ya está! Ha sido muy amable. Prepara usted estos dulces, ¿verdad?
-Bueno, sí.
-Es usted el mejor pastelero que he conocido en mi vida.
Me sonríe feliz. Luego se congratula con su ayudante, que está allí cerca, y comparte el mérito con ella.
-Lo digo de verdad, son ustedes estupendos...
Y los dejo así, orgullosos de su trabajo. Yo también sonrío. Por otra parte, he hecho lo que pretendía.
Salimos de C&C un poco más aliviadas. Me suena el móvil. Es Alis.
-Eh, llevo media hora conectada al tuenti y por aqui no se ha conectado ninguna de las dos. ¿Qué habeis hecho sin yo enterarme antes?- dice en tono de broma, se puede imaginar que se nos ha ocurrido algo.
-Vale, perdón por no avisar, pero ¡ya podemos asistir a la fiesta!
-¿Qué quieres decir? ¿Que nos colaremos?
-No, eso no... Es una sorpresa. luego te lo explico.
-¡Sois unas máquinas chicas!
-Lo sabemos jaja, y ahora chao, que te tengo que colgar. Besis.
-¡Pero si tú no pagas, te he llamado yo!
-¡Lo sé, lo sé, pero es que tengo que hacer una cosa!
-De acuerdo... Adióóós.
Empezamos a caminar, sin rumbo, hacia donde nos lleven las piernas.
Pasamos por un puente, debajo de él podemos ver pasar al tren cada 5 minutos más o menos exactos.
-Perdona...
Un macarra detiene su moto delante nuestra, lleva un casco grande, mejor dicho, enorme, y debajo una cinta de color amarillo que recoge su abundante cabellera de semirrasta. Dios mío, ¿qué querrá? Ya lo sé. Ahora intentará ligar con nosotras.
-Oye, guapas, ¿sabeis dónde está la calle Galicia?
Nos miramos para ver a quien le toca responder, ya que ninguna de las dos queremos. Veamos, en primer lugar está el hecho de que nos haya llamado así, ¿nos conoce acaso? Y en segundo lugar, ¿quién te crees que soy, tu GPS?
-No lo sé, pero seguro que Marina sí, ¿a que sí, Marina?- dice Carmen sonriéndome. Se ha quitado el marrón de encima de una manera impresionante.
Le devuelvo la sonrisa, como queriendo decir: estás muerta.
-Sí, claro, mira, debes retroceder, después del semáforo vas todo recto en dirección a la Avenida de América y, a continuación, giras a la izquierda. Está allí.
-Nos vemos...
Y se aleja dando gas con la moto, que tiene el tubo de escape medio roto; en pocas palabras, haciendo un ruido de tres pares de narices.
Ni siquiera me ha dado las gracias. Aunque esto ya me lo esperaba. De modo que echamos a andar, un poco molesta al principio, pero luego serena y divertida.
-¿Enserio sabías que la calle está allí?- me pregunta Carmen.
No la respondo. Yo, una extranjera en mi ciudad. La miro y sonrío y a continuación rompo a reír y empiezo a correr por el puente; Carmen se une partiéndose de risa. Avanzamos a toda velocidad. Como nos pille... Porque ¡¿quién demonios sabe dónde está la calle Galicia?!

Pfffffff... lo primero, me disculpo otra vez, enserio, aunque ya lo hice en la anterior entrada.
Os dejo que me mateis, teneis motivos ;)
Que nada, que espero que os haya gustado este capitúlo aunque si os soy sincera no me ha gustado mucho como me ha quedado, aunque espero que a vosotros os guste, aunque sea un poquito.
Acepto cualquier comentario/crítica... lo que sea :)
Os vuelvo a dejar mi twitter para quien lo quiera: @AlbitaHappyFace  (:
Lo siento de nuevo.
Muaks :3

1 comentario:

Nzuescritora dijo...

he esperado tanto porfin sigue asi me ha necantado espero quen me vistes en mis blogs besos
http://tragiclovediary.blogspot.com.es/
http://www.lexy-jones.blogspot.com/
espero que me comentes y que te guste tanto que te hagas seguidora besos.