martes, 10 de abril de 2012

Capítulo 8: La confirmación de Jorge.

Estoy sentada en la parada del autobús que me lleve a casa, me fijo en la gente que pasa con sus coches, para así entretenerme hasta que llega el autobús. En uno de los tantos coches diviso a Jorge, un chico de la clase de al lado.
Sin saber por qué me viene a la mente el recuerdo del día de la confirmación de Jorge, nos había invitado a su casa por la tarde. Acudimos todos y la verdad es que no estuvo nada mal. Por las ventanas entraba un sol agradable y habían preparado un bufet de esos tan ricos, donde hay sándwiches como es debido que no están secos y el pan es alto y esponjoso, de esos sabrosos, y para todos los gustos. Basta apartar el de arriba en caso de que no te apetezca y seguir buscando por debajo hasta encontrar el justo. El justo... ¡aunque luego resulta que no hay ninguno justo! Sería mejor decir el que te gusta; yo qué sé, por ejemplo, yo buscaba el de caviar, y hay que admitir que estaba bien bueno. O también me habría parecido bien uno de esos untados con un queso fuerte, de esos que huelen tanto y arriba unas lonchitas de salmón ahumado que me encantan, pero que casi nunca como, aunque sólo sea por la remota posibilidad de tener que besar a alguien, cosa que, por entonces, todavía no había ocurrido. Suponed que ese chico se acerca por fin, quizá abre la boca y... le basta con sentir el aliento a queso y salmón para caerse de espaldas. De forma que no me planteaba de ninguna manera probar uno. Pues bien, que en cualquier caso era un bufet impresionante, había incluso pizzas pequeñas rojas, de las que venden en Luigi's, en la calle de la Paloma, frescas y rebosantes de tomate y mozzarela, con todas las convinaciones de ingredientes más apetitosos que te puedas imaginar.
Alis estaba allí, prácticamente echada sobre el bufet, feliz como unas pascuas, como dice siempre la abuela Luci. Y yo no acabo de entender a qué se refiere. Vamos a ver, ¿es que uno en Pascua debe sentirse a la fuerza feliz? Recuerdo que, por ejemplo, Alejandra, mi hermana, rompió con su novio precisamente en Pascua. ¡Y esos días fueron dramáticos para ella! Había comprado un huevo con sorpresa dentro y permaneciótodo el día sentada enfrente de una mesa sin dejar de mirarlo, y puedo asegurar que no se sentía nada feliz, ¡al contrario! Entonces, en ese caso, ¿cómo se dice? ¿Triste como una Navidad? Aunque tal vez Pascua esté bien. Bueno, será mejor que lo deje porque, de todas formas, al final Alejandra rompió el huevo y, antes de que hubiera acabado de comerse el chocolate, ya estaba saliendo con otro, pero esa es otra historia.
En esta fiesta, sin embargo, lo más extraño era el comportamiento de Alis. Quiero decir que, mientras devoraba todos aquellos sándwiches y pizzas, colocaba a la vez algunos en el plato, ¡como si tuviera miedo de que se pudiesen acabar! Deberíais haberla visto, parecía un pulpambre, es decir, un pulpo del hambre. No existe animal semejante, sólo sé que Alis movía las manos como si tuviese mil en lugar de dos. Con una comía, con la otra cogía de nuevo una pizza y se la llevaba a la boca o dejaba una en el plato, en pocas palabras, ¡parecía una máquina de gerra o, mejor dicho, una máquina de hambre!
Yo, en cambio, estaba un poco a dieta, de forma que deambulaba por la sala, como cuando o tienes nada que hacer y te aburres y entonces miras las fotogrfías con el objetivo de conocer un poco más a aqulla familia: la de los padres jóvenes el día de su boda, y después la de los padres de los padres cuando se casaron, y luego las primeras fotografías de Jorge cuando era niño, que son casi idénticas a las mías...; quiero decir que cuando somos pequeños todos nos parecemos, abrimos los ojos desmesuradamente delante de la cámara y, desde luego, no podemos ni imahinar lo que sucederá en el futuro.
Pues bien, llegado a un punto, miro alrededor y me doy cuenta de que, sin saber por qué, casi todos los chicos que estaban en la sala han desaparecido. Me acerco a Mario Villanueva. Un chico simpático. Bueno, quizá simpático sea una palabra exagerada. En fin, que de vez en cuando te hace reír. Lleva unas gafas enormes y brackets, y su madre, una tal María Luisa, está siempre encima de él.
-Pero ¿adónde han ido todos?
Se vuelve sobresaltado. Tiene un extraño canapé en las manos y trata por todos los medios de quitar la mayonesa porque no le gusta. La unta en el mantel que cubre la mesa. Cuando lo llamo da un brinco tan grande que el canapé sale volando, girá sobre sí mosmo y aterriza sobre el mantel, mezclándose con la mayonesa y echando a perder todo el trabajo que ha realizado hasta ese momento.
-¡Eh! ¿Qué quieres?
-Te he preguntado dónde están los demás. ¡No veo a ninguno de los chicos!
-Están allí.
Me indica enfadado un pasillo oscuro.
-Vale, gracias.
Mario coge de nuevo el canapé y vuelve a concentrarse en quitar la mayonesa, como si eso fuera lo único que le interesase. Yo enfilo el pasillo: en la pared hay colgados unos viejos cuadros, veo también una estantería de madera y, encima de ella, un jarrón. Lo reconozco: es el que hicimos el año pasado en artesanía. Dentro cabe alguna que otra flor seca, dado que es de cerámica, ¡pero está tan mal hecho que si metes agua dentro corres el riesgo de inundar el parquet y de hacer brotar en él, alguna flor!
Jorge no fue capaz de hacerlo bien, ¡tiene un montón de grietas! A mí me salió mejor, me pusieron un bien, pero luego, cuando lo llevé a casa desapareció. Tengo que averiguar qué pasó. Sospecho que mi hermana se lo regaló a alguno de sus novios y que incluso se inventó que lo hizo ella. En caso de que sea así, no sabe lo que se arriesga, porque abajo escribí Marina 1ºC. La verdad es que no importa, porque si eso llegase a ocurrir ella sabría salir airosa.
Bueno, veo una luz. La habitación que hay al fondo del pasillo tiene la puerta entornada. Hay un extraño silencio. Me acerco de puntillas y me apoyo en la puerta. Quizá no haya nadie. No, no. Miro por el hueco de la puerta, todos están allí, algunos sentados en la cama y otros en el suelo. Pero ¿a qué se debe ese silencio tan inusual?
-Ohhhh.
De repente se produce una exclamación de estupor y akgún que otro comentario que no condigo entende. Abro la puerta y todos se vuelven de golpe, asombrados, atónicos, mudos, casi asustados.
-¿Qué estais haciendo?
Jorge es el más rápido de todos.
-No, no, nada... -dice mientras trata de tapar lo que hay sobre la cama, en medio del grupo. Sólo que alguien la sujeta aderde y, gracias a eso, puedo verlo. Unas imágenes, unas fotografías y sin poder evitarlo me quedo boquiabierta.
-Nooo. No me lo puedo creer.
Tienen una revista porno, con hombres y mujeres desnudos.
Jorge intenta cerrar de nuevo la revista, pero Kike, que siempre ha sido un cerdo muerto de hambre al que conocemos de sobra todas mis amigas y yo, le sujeta el brazo.
-De eso nada, que mire, quizá así nos pueda dar su interpretación...-Y luego me escruta con cara de salido. Y sonríe, el muy cerdo. -¿Y bien, Marina? ¿Qué te parece?
Hago una mueca y sonrío con más malicia que él.
-Lo siento Kike, pero tengo mejores cosas que hacer ¿sabes? como tener vida social y tal...
Justo en ese momento siento una mano en mi hombro.
-¿Qué estáis haciendo, chicos?
Es la madre de Jorge.
La revista desaparece por arte de magia, acaba bajo la almohada de la cama y Kike se tira encima para sentarse sobre ella.
-¿Y tú, Marina, qué estabas diciendo?
-Decía que no está bien que os marcheis de esa manera...
-Pues sí, tiene razón.
-Sí, mamá, estábamos poniéndonos de acuerdo para el partido de fútbol que jugaremos el domingo...
-Sí, lo sé, Jorge, pero no es de buena educación. Vamos..., el resto del grupo está en la sla, venga, id a hablar allí.
De manera que, lentamente, uno detrás de otro, Kike, Jorge y el resto de los cachondos abandonan el cuarto y la madre cierra la puerta una vez han salido todos.
-Vamos, id a la sala, que voy a sacar la tarta.
-Sí, mamá.
Y ella esboza una sonrisa. Y Jorge vuelve a ser unos de los mejores niño del mundo. Al menos, eso es lo que cree su madre.

Bueno... otro capítulo terminado, en este a lo mejor esperábais otra historia, pero me decanté por esta JAJA, el próximo capítulo contaré el final de lo transcurrido en la fiesta.
Espero que os haya gustado, aunque es un poco corto.
Comentar plis (:
Kisses*

lunes, 9 de abril de 2012

Nuevo diseño

Holiii (: bueno pues simplemente os escribo en un momento para deciros que he cambiado el diseño (aunque logicamente os habreis dado cuenta).
Es algo más sencillo, y bueno, me gusta más que el otro, ¿a vosotros que os parece? :)
Mañana se me acaban las vacaciones (lo sé, sé que a todos vosotros también), no tengo ninguna gana de empezar ! D: alguien me rapta o algo? porfavooooor *cara de cachorrito*
Bueno que hoy voy a empezar a escribir el próximo capítulo y tal, pero no sé si me dará tiempo a terminarlo, lo intentaré (:
Me despidoo; besitoos :3

domingo, 8 de abril de 2012

Capítulo 7: ¿Quién demonios lo sabe?

Al llegar al portal de Alis nos paramos a hablar.
-¿Y bien?
-¿Y bien, qué?
-Vaya cosa fea lo de Paula, ¿eh?
-Es gilipollas.
-¡Carmen!- dice Alis.
-Tia, me dirás que no. Que se vaya con sus "amiguitas" que cuando la dejen de lado yo no voy a volver a estar con ella como si no hubiera pasado nada.
-Alis, Carmen tiene razón, luego vendrá a nosotras como si no hubiera hecho nada, y siempre nos pasa lo mismo por hacernos las buenas.
-Tal vez no deberíamos verla más, ¿no?
-No sé, me parece un poco excesivo...
Silencio.
-Deberíamos darle a entender que tendría que haber rechazado la invitación por solidaridad.- dice Alis.
Pero noto que ninguna de las tres estamos convencidas, de modo que doy por zanjado el asunto.
-Bueno, ya hablaremos. Nos escribimos luego por Tuenti, ¿vale? Total...
La verdad es que no sé que quiere decir ese <<total>>, pero llevo una temporada usándolo a menudo. Es decir, en mi opinión es bonito, te da libertad... Deja, en cualquier caso, espacio abierto a la imaginación. Equivale a decir: << Total, puede suceder algo... >>, << Total, es sólo una fiesta >> o << Total, la vida sigue >>. O, al menos, yo lo uso y lo interpreto así.
Carmen y yo nos dirigimos a casa.
Seguimos dándole vueltas al asunto. De repente se me ocurre una idea. Sonrío. ¡He encontrado la manera de acudir a la dichosa fiesta!.
-Corre, sígueme- le digo a Carmen cogiendola del brazo.
No dice nada, se puede imaginar que he tenido una idea. Eso es lo bueno, que ya nos conocemos tanto que nos podemos entender sin apenas hablar.
Llegamos a C&C.
-Buenas tardes, ¿qué deseas?
-Me gustaría darle una sorpresa a mi mejor amiga, Elena Martínez. Más tarde vendrán a recoger su tarta de cumpleaños.
-Ah, sí, es cierto.
-Pues te cuento, mis amigas y yo hemos pensado lo siguiente...
Y sin saber muy bien cómo consigo convencerlo, el dueño me lleva a la cocina y se distrae un instante, instante que me basta para llevar a cabo mi diabólico plan.
-¡Gracias, ya está! Ha sido muy amable. Prepara usted estos dulces, ¿verdad?
-Bueno, sí.
-Es usted el mejor pastelero que he conocido en mi vida.
Me sonríe feliz. Luego se congratula con su ayudante, que está allí cerca, y comparte el mérito con ella.
-Lo digo de verdad, son ustedes estupendos...
Y los dejo así, orgullosos de su trabajo. Yo también sonrío. Por otra parte, he hecho lo que pretendía.
Salimos de C&C un poco más aliviadas. Me suena el móvil. Es Alis.
-Eh, llevo media hora conectada al tuenti y por aqui no se ha conectado ninguna de las dos. ¿Qué habeis hecho sin yo enterarme antes?- dice en tono de broma, se puede imaginar que se nos ha ocurrido algo.
-Vale, perdón por no avisar, pero ¡ya podemos asistir a la fiesta!
-¿Qué quieres decir? ¿Que nos colaremos?
-No, eso no... Es una sorpresa. luego te lo explico.
-¡Sois unas máquinas chicas!
-Lo sabemos jaja, y ahora chao, que te tengo que colgar. Besis.
-¡Pero si tú no pagas, te he llamado yo!
-¡Lo sé, lo sé, pero es que tengo que hacer una cosa!
-De acuerdo... Adióóós.
Empezamos a caminar, sin rumbo, hacia donde nos lleven las piernas.
Pasamos por un puente, debajo de él podemos ver pasar al tren cada 5 minutos más o menos exactos.
-Perdona...
Un macarra detiene su moto delante nuestra, lleva un casco grande, mejor dicho, enorme, y debajo una cinta de color amarillo que recoge su abundante cabellera de semirrasta. Dios mío, ¿qué querrá? Ya lo sé. Ahora intentará ligar con nosotras.
-Oye, guapas, ¿sabeis dónde está la calle Galicia?
Nos miramos para ver a quien le toca responder, ya que ninguna de las dos queremos. Veamos, en primer lugar está el hecho de que nos haya llamado así, ¿nos conoce acaso? Y en segundo lugar, ¿quién te crees que soy, tu GPS?
-No lo sé, pero seguro que Marina sí, ¿a que sí, Marina?- dice Carmen sonriéndome. Se ha quitado el marrón de encima de una manera impresionante.
Le devuelvo la sonrisa, como queriendo decir: estás muerta.
-Sí, claro, mira, debes retroceder, después del semáforo vas todo recto en dirección a la Avenida de América y, a continuación, giras a la izquierda. Está allí.
-Nos vemos...
Y se aleja dando gas con la moto, que tiene el tubo de escape medio roto; en pocas palabras, haciendo un ruido de tres pares de narices.
Ni siquiera me ha dado las gracias. Aunque esto ya me lo esperaba. De modo que echamos a andar, un poco molesta al principio, pero luego serena y divertida.
-¿Enserio sabías que la calle está allí?- me pregunta Carmen.
No la respondo. Yo, una extranjera en mi ciudad. La miro y sonrío y a continuación rompo a reír y empiezo a correr por el puente; Carmen se une partiéndose de risa. Avanzamos a toda velocidad. Como nos pille... Porque ¡¿quién demonios sabe dónde está la calle Galicia?!

Pfffffff... lo primero, me disculpo otra vez, enserio, aunque ya lo hice en la anterior entrada.
Os dejo que me mateis, teneis motivos ;)
Que nada, que espero que os haya gustado este capitúlo aunque si os soy sincera no me ha gustado mucho como me ha quedado, aunque espero que a vosotros os guste, aunque sea un poquito.
Acepto cualquier comentario/crítica... lo que sea :)
Os vuelvo a dejar mi twitter para quien lo quiera: @AlbitaHappyFace  (:
Lo siento de nuevo.
Muaks :3

Losientolosientolosientolosientolosientolosientolosientolosientox10000

Vale, ¿si os digo que lo siento os basta? ¿si os pongo mil escusas? ¿si os soborno con cositas?.... ¿me perdonais?
Es que haber, no voy a poner la típica escusa de: no he tenido tiempo, me da vagueza (bueno un poco sí), no he tenido inspiración (a veces si, otras muchas no)...
Por que si os soy sincera no sé que me ha pasado para que de repente dejase de publicar en todos mis blogs, puede ser por las razones de arriba, o que he tenido ultimamente unos problemillas que he estado pendiente de otras cosas.
Os dejo que os enfadeis, teneis todas las razones del mundo, os dejo que me mateis y que hagais conmigo lo que querais (bueno, depende qué xD).
Voy a volver a publicar como antes, e incluso a lo mejor más.
Ya tengo preparado un capítulo que ahora mismito en cuanto suba esta entrada lo subo, y vosotros direis: venga sí, un capítulo, ¿y? que llevas desde Octubre sin publicar guapa. Y lo sé y por eso os pido disculpas y que me mateis si quereis.
Sé que ahora para quien se quiera leer la historia (si es que queda alguien) va a ser dificil acordarse de todo, y lo mismo se tiene que leer todo otra vez, y os acordareis de mi madre, o a lo mejor no, y me equivoco y hay por ahí personitas que no les importa, pero a todas esas personas que me empezaron a leer desde el principio, a los que se han incorporado nuevos, a los que a lo mejor están simplemente leyendo esta entrada por que se aburren y han llegado aqui por casualidad les pido disculpas, de corazón.
Bueno yyyyy... sé que ahora a lo mejor no es el momento perfecto para decir esto, pero... os dejo mi twitter por si alguien quiere pasarse y seguirme y esas cosas ;$ @AlbitaHappyFace
Os dejo de molestar.
Un besazo a todos.
Ah! y e dicho ya que lo siento? por si acaso: LO SIENTO.

domingo, 2 de octubre de 2011

Capítulo 6: Nos ha sentado mal, muy mal

Salimos de C&C, Carmen y Alis todavía están atónitas.
-Eh ! ¡Ni que hubiera sido para tanto! ¡Incluso podrían haber pasado más cosas!
Las dos asienten la cabeza.
Al cruzar la calle nos encontramos con Paula que va con su madre y con su hermana pequeña.
Paula es una de mis mejores amigas, aunque depende el momento, porque hay veces que es inaguantable y no la soporto, por eso me empecé a ir más con Carmen y ahora somos inseparables.
-Hola-dice, y nos da dos besos a cada una.
-Tia, ¿porqué no has venido? hemos ido a C&C-dice contenta Alis.
-Puess... esque no me encontraba muy bien, me dolía mucho la tripa.-miente.
-Bueno, pues vente por lo menos a dar una vuelta, ¿no?-le dice Carmen.
-Mamá, ¿puedo?
-Pffff.... pero no vengas tarde, ¿eh?
-¡Vale!
Damos la vuelta a la esquina, y Paula empieza a hablar.
-Bffff... menos mal que habeis aparecido, porque si no, me iba a encontrar con Borja y no quiero que me vea con mi madre .
Borja es el chico que le gusta a Paula, aunque ella no nos lo quiere decir. Supuestamente le da asco, pero cada vez que le ve cambia completamente.
-¿Y que mas te dá que te vea Borja? ¿Si ya no te gusta, no?-pregunto.
-Estooo... ¿e dicho Borja? queria referirme a Belén, que estaba en la acera de enfrente-lo dice sin entusiasmo, no se lo creé ni ella.
-Aaahh-decimos las tres al unisono.
Llegamos al parque, decidimos sentarnos en un trozo de césped que hay al  lado de una fuente.
-Yo en el césped no me siento que luego me mancho-dice Paula.
-Pero si no está mojado-dice Alis.
-¿Te vas a quedar de pie todo el rato?-pregunta Carmen.
-Sí, haber si así crezco.
Carmen sacó su cámara y empezamos a hacernos fotos.
En casi todas por no decir en todas las fotos saliamos haciendo tonterías, pero a nosotras nos da igual, somos felices así tal y como somos.
Paula no se ha querio unir a nosotras sigue de pie y parece que tiene intenciones de seguir así.
-¡Hola chicas!
Me doy la vuelta para ver quién es.
-Hola-dice contenta Paula.
Es Nuria, la madre de Elena. Elena es una de las jefas del grupo Solo 9, son unas chicas que con 13 años de edad ya tienen aires de chonis además de pijas. Si las caes mal, estás perdido.
-Hola-decimos yo y Carmen sin mucho ánimo.
-¿Recuerdas lo de mañana por la noche, Paula?-dice Nuria.
-Claro que sí señora.
-A las nueve. Ahora voy a ir a C&C a encargarlo todo... A Elena le gustará, ¿verdad? Ella también me ha hablado de ese sitio, dicen que hacen las tartas de chocolate más ricas de Madrid. ¿Sabes si le gustará algo más en especial? Desearía que se sintiese lo más feliz posible...
Paula sonríe y ladea un poco la cabeza.
-No, con eso será suficiente, no se me ocurre nada  más.
-Bien, en ese caso nos vemos mañana.
Nurria se aleja emitiendo un ruido de colgantes, cadenas , pulseras y varios objetos de oro que se balancean por todas partes. Si alguien la desnudase, podría pasar con eso dos semanas en las Maldivas, una vez superado el susto inicial. Alis espera  a que se haya marchado.
-Eh, no nos había dicho nada.
Paula parece algo avergonzada.
-¿De qué?
-Sí, ahora finge que no me entiendes.
Me empiezo a poner nerviosa y empiezo a arrancar la hierba que hay a mi alrededor.
-Esque no quería que os sentara mal.
Alis se encoge de hombros.
-Ya ves, no habría ido de todos modos... Os aburriréis.
Paula asiente con la cabeza. Alis la mira fijamente.
-¿Sabes a quién ha invitado?
-Ni idea.-Paula se encoge de hombros-. No lo sé. A varios de la clase...
-Pero ¿irán también Diego, Antonio, César y todos ésos?
Alis se a puesto nerviosa. <<Todos ésos>> son los Ratas. ¿Creéis que un grupo de chicos más o menos imbéciles y frikis se pueden llamar Los Ratas? ¡Porfavor!
Ahora si que estoy nerviosa y empiezo a arrancar la hierba con más velocidad.
Derrenpente oigo que alguien se pone detrás mía.
-La hierba no tiene la culpa- me dice alguien al oído, tengo una ligera impresión de quién puede ser.
Me doy la vuelta para ver si tenia razón; Sí, la tenía, detrás mía está sonriéndome Ángel, el chico que me gusta y me tiene loca.
Me limito a sonreir, me he quedado derrepente sin palabras.
Ángel es un chico moreno, alto y con unos ojos azules que te podrías perder en ellos. Tiene quince años, y desde el año pasado  me gusta.
-¿Bueno y qué hacéis?-nos pregunta.
-Nada aquí haciendo fotos-dice Camen.
-Venga tío que llegamos tarde- dice Borja, no me había dado cuenta de que él también estaba allí.
-Es verdad-dice mirándo el reloj- ¡Bueno adiós!-dice, y nos da dos besos a cada una, al igual que Borja.
Cinco minutos después nosotras también llegamos a casa, no intercambiamos palabras, se nota que lo que ha hecho Paula nos ha sentadao mal, muy mal.


*Alba se enconde detrás de una sartén para intentar evitar los ataques de sus lectores por no haberse pasado por su novela* Lo...lo...lo siento ! Lo siento muchisimo de verdad ! siento, no poder haber publicado nada en 1 mes !
Estas son mis razones:
-Como ya sabeis me fui a Córdoba y no pude publicar.
-Cuando volví de Córdoba tuve paperas, y lógicamente no tnia ninguna gana de publicar.
-Después empecé el instituto y este año quiero ponerme las pilas y ya estoy todos los dias estudiando, y además el profesor de sociales nos ha mandado que nos leamos 1 libro por cada tema ! y encima no son cortos no, como mínimos tienen 200 páginas cada uno, y además son de historia ! asique os lo podeis imaginar ! y esos libros se le suma otro libro de Soci por cada trimestre, mas el de Lengua y más el de Inglés, asique...
A todo esto se ha sumado mi falta de imaginación, y todavia sigo teniendo poca, a esto se debe el mal capitulo que me ha salido, pero bueno, espero volver pronto para llenaros de capitulos y con la imaginacinacion totalmente llena ! jaja :D
Me han dado un montón de premios cuando no he estado ! muchisimas gracias ! :D (No los tengo guardados, asique ahora me pas por los blogs y hago otra entrada con los premios ) ;)
Un besazo !

domingo, 28 de agosto de 2011

Capítulo 5: Todavía no estoy preparada...

Noche. Noche encantada, ligera, hechizada. Noche de estrellas fugaces, de deseos absurdos y locos, casi asombrosos. era la noche de esa semana en la que cada uno expresa su deseo más íntimo a las estrellas fugaces. Todos estábamos allí, en la orilla de aquella playa de blanca arena, Tania, Roberto, Isabel, que se había recuperado de la mordedura de la culebra, y muchas personas más. Pero, sobre todo, estaba Jaime. No habíamos vuelto a hablar desde aquel día en que nos habíamos besado. Casi me había evitado. De vez en cuando, intentaba captar su mirada, pero él parecía no verme. Es decir, me daba cuenta de que, a pesar de que él miraba en mi dirección, cuando yo intentaba de cruzarme con sus ojos jamás me lo permitía, su mirada nunca se cruzaba con la mía. Era como si me rehuyese. Bah, no hay quien entienda a ciertos chicos. Aunque, a decir verdad, tampoco tenía muchos chicos con los que comparar. Jaime era el primero que había besado...y, sobre todo, ¡el único! Pero eso no me preocupaba, al contrario, en cierta manera me hacía sentirme más segura. Sí, ya sé que no me estoy explicando muy bien, pero hay cosas que en cuanto las pruebas son así y basta. En fín, que estábamos todos alrededor de una hoguera, habíamos extendido unas toallas sobre la arena, con la finalidad de no mojarnos el culo, pero la humedad era tan alta que acabé mojándome los vaqueros.
-¡He visto una! He pedido mi deseo.
-¡He visto otra!
-¡Yo también, yo también la he visto!
-¡Pues yo no consigo ver ninguna!-creo que me están tomando el pelo, ¿cómo es posible que ellos consigan verlas siempre y yo no?-. Disculpad...Quiero haceros una pregunta. ¿Qué pasa si dos personas ven la misma estrella? ¿El deseo vale la mitad?
Todos me miran mal. Pero, sea como sea, yo les he transmitido a duda. Veo que Roberto escruta a Jaime, que Jaime mira a Isa, quien, a su vez, mira a Tania, que, tras mirar al resto del grupo, en esta ocasión se limita a encogerse de hombros.
-No lo sé- admite, derrotada.
U para mí eso supone ya ya una gran victoria. Después, trato de recuperar terreno.
-No, en una ocasión leí en una revista que, en cualquier es un simple de reflejo de algo que sucedió hace años luz, y que vale por completo para el que la ve...
Jaime exhala un suspiro.
-Menos mal...
¡A saber que deseo habrá pedido!
Luego Jesús saca de su funda oscura de piel una guitarra, último modelo, según asegura. Jesús Martínez es un tipo que viste de manera impecable. Bueno, al menos eso dice él. No hace sino vanagloriarse de sus elecciones y citar toda serie de tiendas, que yo si os soy sincera, no he oído mencionar en mi vida. Lleva unas camisas absurdas absurdas de rayas con un sepercuello azul celeste con superdoble botón y unos puños del mismo color. A Jesús en estas vacaciones le ha pasado de todo. Por mencionar solo una anécdota, el mismo día en el que le robaron el coche a su padre, mientras estaba en la heladería que hay justo antes de llegar al pueblo, le robaron la bicicleta. ¡De forma que el padre y el hijo se encontraron se encontraron en la heladería y se lo contaron el uno al otro! Se abrazaron divertidos. Quiero decir que a ninguno de los dos les importaba lo más mínimo el robo, porque su padre era empresario y tenía dinero para dar y regalar. A ver quién es el guapo que se atreve a negar que eso es un insulto a la pobreza.
-Esta guitarra la usó Alejandro Sanz en su primer concierto.
Luego se queda pensativo y comprende que lo que acaba de decir no se lo cree nadie.
-Quiero decir que es el mismo modelo...
-Ah...
Y empieza con unos acordes. A continuación mira la luna como si buscaseinspiración. Permanece así con los ojos cerrados, en silencio, delante de la hoguera que hemos encendido. Tengo la impresión de que no se acuerda de la letra. De ninguna canción. Sea como sea, al final se encoge se hombros y se lanza:
- <<Oh, mar negro, oh, mar negro, oh, mar ne... Tú eras claro y transparente como yo...>>
Lo sabía, lo sabía. Es la misma que cantó hace un año. ¡Y también el año anterior! ¡La verdad es que, con todo el dinero que tiene, en lugar de comprarse una bicicleta nueva se podría pagar algunas canciones de guitarra!
Me acerco a Jaime y se lo digo al oído:
-Creo que sólo se sabe ésa...
Él se echa a reír.
-Ven.
Me coge de la mano y tira de mí y casi nos caemos al fuego y nos quemamos y saltamos con las dos piernas y nos reímos y nos alejamos corriendo hacia la oscuridad de la noche, con la respiración entrecortada a causa de la carrera, y me arrastra tras él y nos hundimos en la arena fría. Apenas puedo seguir sus pasos.
-¡Eh, ya no puedo más!
Y, de repente, se detiene delante de una barca con una vela grande que está apoyada allí, en unos caballetes, con la proa de cara al mar. Casi parece estar lista para adentrarse en el agua, hacia la oscuridad de un horizonte desconocido. Pero no es así. De fondo, se ve la luna, una gran luna llena, blanca, como nunca la había visto, que se refleja en las aguas de ese inmenso mar.
Jaime se apoya en el casco de la barca. Me acerco a él jadeando.
-Por fin... ya no aguantaba más.
E inesperadamente me atrae hacia sí. Y me da un beso que me envuelve, que casi me rapta, me aspira, me succiona... Bueno, no sé como explicarme... Todavía no tengo tanta práctica. Pero, en fin, que se apodera de mí y me deja sin aliento, sin fuerzas y sin pensamientos. Y os juro que la cabeza comienza a darme vueltas, y entonces abro los ojos y veo las estrellas. Y por un instante veo pasar una luz por encima y me gustaría decir ahí está, mi estrella fugaz, querría expresar mil deseos, pese que al final solo tengo uno: él. Ha llegado el momento y no tengo necesidad de pedir nada. Mi deseo ya se ha cumplido. Soy feliz. Feliz. ¡Soy feliz! Y me encantaría poder gritárselo a todo el mundo. Pero, en cambio, permanezco en silencio y sigo besándolo. Y me pierdo en ese beso. Jaime..., Jaime... Pero ¿es esto el amor? ¡Y sabemos a sal, a mar y a amor! Bah, sí, quizá sea eso. Y nuestros labios son muy suaves, como cuando luchas sobre uno de esos botes neumáticos y resbalas, pierdes el equilibrioy te ríes y te caes al agua. Y entonces tragas un poco, te ríes y reemprendes la lucha. Sólo que la nuestra no es una lucha. ¡No! Los nuestros son besos dulces, primero lentos y después repentinamente veloces que se mezclan con el viento de la noche, con el ruido de las olas y el sabor a mar. Y yo respiro profundamente. Y casi lo susurro entre dientes.
-Por fin...
Jaime aguza el oído y también el susurra entre dientes.
-¿Por fin qué?
-Por fin has vuelto a besarme.
-Eh...-Me sonría en la penumbra-. No sabía que te había gustado.
Esta vez la que sonríe soy yo, y no sé que más decir. ¡Claro que me gustó! Me gustó un montón. Quizá en ciertos casos es mejor no decir nada para no parecer banales, de modo que sigo besándolo tranquila. Como cuando una está relajada ¿sabeis? Y me gusta porque siento que me acaricia lentamente en la mejilla, luego introduce la mano en mi pelo y yo apoyo mi cabeza en ella...¿Sabéis ese tipo de cosas que se ven en ciertas películas y te gustan a rabiar? E incluso se oye una música a lo lejos como la de Jesús, que siempre es la misma, una música más fuerte que la de cualquier discoteca. No me lo puedo creer. Han elegido para nosotros una canción de Liga, Quiero querer. Y todo esto me gusta un montón y me abandono aún más. <<Quiero encontrarte siempre aquí cada vez que lo necesite. Quiero querer todo y lograr no crecer. Quiero llevarte a un sitio que no puedes conocer.>> Esas palabras parecen perfectas... Cierro los ojos mientras canto para mis adentros y le beso tranquila, serena, segura pero, de repente... oigo algo. Un movimiento extraño. Dios mío, ¿qué será? No, quizá me haya confundido. ¡De eso nada! ¡Es mi cinturón! ¡Sí! ¡Socorro! Ha metido la otra mano en mi cinturón. ¿Mi cinturón? Sí, me lo está desabrochando. Y ahora ¿que hago? Menos mal que lo resuelve todo él.
-¿Puedo?- me pregunta esbozando una sonrisa.
¿Y qué l dices en un momento similar? <<Claro, por favor>>... ¿Claro,porfavor? ¡De eso nada! O: <<Sí, sí, aprovéchate>>... ¿Aprovéchata? No, no puedo decirle eso! Es decir, un poco me lo imagino... Pero no sé muy bien lo que de verdad está pasando. Al final  asiento a media con un gesto de la cabeza. Y Jaime no se hace de rogar. Acelera de repente y parece que le entra una hambre repentina y respira cada vez más deprisa, de modo que casi empieza a preocuparme. Pero derepnte se ollen unos pasos detrás nuestra, y él frena de improviso. Paro de besarlo y me doy la vuelta, para ver de quién puedo tratarse.
-Perdonad...pero esque vamos a irnos a tomar un helado todos juntos, ¿os quereis venir? aunque si estais muy ocupados no pasa nada- Dice Tania medio riéndose.
Yo asiento rapidamentecon la cabeza avergonzada, ¡A saber cuánto tiempo ha estado detrás nuestra!
Mientras vamos camino a la heladería pienso en que hubiera pasado si Tania no nos hubiera interrumpido... solo de pensarlo me entra un escalofrío, y esque todavía no estoy preparada...

Holaaa! bueno lo primero, y como dije en la ultima entrada, siento mucho no haber publicado antes! :(
Espero que os guste el capítulo! a lo mejor alguien esperaba más, pero ando un poco mal de inspiración ultimamente... :(
Quería deciros, que hasta el fin de semana de la semana que viene no podré publicar, la razón es que me voy una semanita a Córdoba, y desde allí no podré escribir, asique no sé si luego me dará tiempo a hacer otro capítulo (que no creo porque tengo que hacer la maleta y todo) y programo la entrada, pero no creo que me de tiempo....
Os quería pedir un favor, que os pasaseis por mi blog de diseños: Love Desings ♥ y que pidieseis algo, o simplemente que lo veais, esque esta un poco abandonado... :(
Bueno muchas gracias por mis 16 seguidores ya! no me lo creo! :D
Ya me despido!
Adiooos!
Un besazoo!

sábado, 27 de agosto de 2011

Aviso*

Hola chicas! os escribo esta entrada para pediros disculpas por no haber podido subir el capitulo en toda la semana, pero esque se me rompió otra vez el ordenador y no podia! solo podia conectarme desde el movil para leer los comentarios! -.-
Asique nada, os pido disculpas, y espero que mañana el capitulo esté terminado!
Besoos!

sábado, 20 de agosto de 2011

Capítulo 4: ¿Una víbora?

Carmen y Alicia están delante de mí, ambas con un vaso de granizado en la mano suspendido en el aire. La camarera se acerca a nosotras.
-¿Queréis algo más, chicas?
-¡No!- decimos las tres al unisono sin nisiquiera mirarla.
La camarera se aleja sacudiendo la cabeza.
Carmen deja su vaso encima de la mesa.
-No me lo creo.
-Yo tampoco...
Alicia, sin embargo da un buen trago.
-¿Y después ¿Y después?
-Pero si decís que no me creéis...
-Bueno, tú cuéntanoslo de todos modos, sí, ¡sea como sea nos encanta!
Cabeceo. Carmen no tiene remedio, es demasiado curiosa.
-Vale, vale, ¡pero que quede claro que todo es verdad! En fin, ¿por dónde iba?
-¡Te estaba besando!- me dicen las dos a coro.
-Ah, sí...Claro
De modo que regreso a la cueva. Oscuridad. Parece una película. Y siento que me estrecha entre sus brazos con fuerza, con más fuerza aún... Y yo lo abrazo. Y él desliza su mano por debajo de mi  camiseta, pero por detrás, por la espalda. Y no me molesta. Me siento extrañamente serena. Me gusta estar entre sus brazos..., pero permanece quieto, no se mueve, no sube para desabrochar mi pequeño sujetador. Ahora no, por lo menos. Empieza a acariciarme, eso sí. Y sigue besándome. Después se aparta un poco y me pasa la lengua por los labios. Siento como si me picotease y justo entonces su mano empieza a subir por mi espalda, lo sabía... Pero no me preocupo. De repente oímos unos pasos apresurados. Nos separamos y miramos hacia la entrada de la cueva. Isabel pasa corriendo por delante de la puerta. Corre cada vez más deprisa, fuera, entre la hierba alta y, de repente, ¡se cae al suelo!
-¡Ahhhhh!-grita con todas sus fuerzas-. ¡Socorro! ¡Ay! ¡Ahhh!- y sigue gritando.
Pasados unos segundos llega el vigilante y la ayuda.
-¿Qué te ha pasado? ¿qué te has hecho?
Isabel le enseña la mano.
-Me ha mordido un animal aquí, me hace un daño tremendo, era una serpinete, ha sido una víbora, moriré, ¡socorro! ¡Socorro!-dice chillando y pateando.
El vigilante la coge el brazo, le aprieta la muñeca co ambas manos y los dos desaparecen detrás de los árboles. ¡Ya no podemos verla! Jaime y yo nos miramos durante unos segundos.
-¡Ven, vamos!
Corremos hacia la salida de la cueva y, una vez fuera, apenas nos da tiempo a ver el viejo Seiscientos que dobla la esquina. Unos instantes después llegan Roberto y Tania.
- Pero ¿dónde estábais?
-En la cueva.
-¿en la cueva? ¿En serio?-Roberto no nos cree-. ¿Y se puede saber qué hacíais?
Nos miramos fugazmente, acto seguido Jaime le da un empujón a Roberto.
-¿y qué se supone que deberíamos hacer? ¡Estábamos escondidos!
-Ah, bueno.-dice sin creérselo mucho- ¿Habéis visto al vigilante? ¡Se ha llevado a Isa! ¿Qué hacemos?- grita después alarmado.
-Nosotros hemos visto como se caía, y decía que la había picado una víbora...¡pero es imposible!
-Sí, es imposible que aquí halla víboras, habrá sido otro bicho- continúa Jaime.
-Además las víboras no salen por la noche- añade Tania.
-¿Y si es verdad?-pregunta Jaime todavía alarmado.
-Bueno, puede que lo sea, eso es lo que ha dicho, y el vigilante le apretaba el brazo con todas sus fuerzas, quizá para que el veneno no pasase a la sangre.
Tania se encoge de hombros.
-Bah, ni siquiera el vigilante sabe de qué va la cosa. Como muchohabrá sido una culebra
Jaime y yo nos miramos.
-¿Eh?-incluso con cierto asco-¿Una culebra?
-Sí, una culebra, muerden, salen también al atardecer y no son venenosas.
-Ah, claro.
-Sea como sea, volvamos a la entrada del pueblo, está oscureciendo.
De modo que echamos a correr por el camino por hasta que llegamos a un bar que hay en la entrada.
Cuando entramos, jadeantes, vemos a un montón de gente alrededor de una mesa. Isabel está echada encima de ella. Parece medio muerta. Pero luego, cuando nos acercamos, nos damos cuenta de que en realidad está medio viva. Llora y sorbe por la nariz y se aprieta la mano. Un señor que está allí cerca le ha pinchado en un brazo, debe de ser médico.
-¡Bueno, ya está!-dice acariciándole el pelo y despeinándola mientras Isa esboza una sonrisa-. Así nos evitamos posibles problemas...
Echa la jeringuilla en una papelera cercana.
Y yo me pregunto: ¿porqué cada vez que unos está mal y luego sale bien o, en cualquier caso sobrevive o, en fin supera el drama, todo el mundo te despeina? Porque, además, puede que incluso estés sudado y, sea como sea, ami me melostaría que alguien a quien no conozco me alborotase el pelo. En fin. Después se aproxima un tipo que está siempre en el bra, y que lleva desde diempre trabajando allí, y coge la mano a Isa.
-¡Enseñamela!
Mira el punto donde mi amiga asegura que le ha mordido la serpeiente. El hombre sonríe y sacude la cabeza, y coloca poco a poco el brazo de Isa junto a su costado.
-Puedes levantarte ya, no corres ningún peligro, te ha picado una culebra. -Después se dirige al vigilante-: Hemos desperdiciado una ampolla de antídoto.
Tania extiende los brazos y mira hacia nosotros.
-¿Veis? ¿Qué os e dicho? Una culebra. Y el vigilante ni siquiera se había dado cuenta...
-Pero ¿cómo podía saberlo si no reconocía la mordedura?
-Bastaba que Isa le dijese si tenía la pupila vertical o redonda.
¿Quién, la serpiente?
-¡Si!
-Estás como una cabra. A ver si lo entiendo, uno se cae, le muerde una serpiente y, según tú, ¿qué debe hacer? ¿Cogerla y abrirle un ojo para ver cómo lo tiene?
-¡Claro! ¡Porque, en caso de que la pupila sea vertical, se trata de una víbora! De todas formas la mordedura no te la quita nadie... ¡pero así sabes de qué animal se trata!
Interrumpo mi relato. Carmen se echa a reís y cabecea.
-Esa Tania es una tía absurda.
Alicia se muestra de acuerdo.
-Sí, tú conoces a todas.
Carmen remueve el granizado, a continuación coge un pococ con la cucharita y se la mete en la boca. Después vuelve a hundirla en el vaso y lame de nuevo la punta.
-Y luego, ¿qué pasó?
-Perdone-dice Alicia-, ¿me trae uno de estos?-dice señalando la lista-. Delicias de chocolate negro.
-¡Ali!
Oye, lo quiero probar, alomejor no me gusta y lo dejo.
-Ya veo, pero ¿y si te gusta? ¡Engordarás!
-Lo sé, pero, de todas maneras, a partir de la ssemana que viene empiezo de nuevo con la gimnasia
La miro y doy un sorbo a mi capuccino.
En cualquier caso ya lo ha pedido y además la camarera se lo ha traído enseguida. Oh, jamás ha sido tan rápida, a veces tarda una eternidad en servir incluso las cosas más sencillas,  qué sé yo, una Coca-Cola, por ejemplo, pero este no ha sido el caso, esta vez lo ha traído en un abrir y cerras de ojos. Tengo la impresión de que ha estado escuhando nuestra conversación. De todas formas , Ali no se lo piensa dos veces. Para ella equivale a un gran cartón de palomitas con mantequiila cuando está viendo una película en el cine, solo que esta es mi historia. Y la disfruta todavía más. Pureba uno detrás de otro todos los distintos tipos de chocolate, todos no, ¿eh?, es lista, primero mordisquea un trozo que, después, deja en el plato para comprobar cuál le conviene comer en último lugar, ¡el famoso manjar del rey!
-¿Entonces, Marina? ¿Qué pasó después con Jaime?
-Eh, per ¿qué esperas? ¿Una película porno?
-¡Quizá!
-Vete a la... ¡Puedes considerar un milagro que lo besase!
-Anda ya...
-¡Que sí!
Vaya con mis amigas, ellas tan tranquilas. ¡Qué más les da! Tanto la una como la otra archivaron el capítulo del beso el verano pasasdo. O, al menos, eso fue lo que me dijeron. Sea como sea, para ellas debió ser más fácil.
Pero lo que sucedió depués, a mediados de Agosto tampoco les sucedió a ellas...


Bueno... y aqui se acaba el capítulo cuatro! espero que os haya gustado! pero me ha salido un poco chuchurrio! U.U
En el siguiente capítulo contaré la última parte dela historia de Marina y Jaime, espero no defraudaros!
Besitoos!
Y comentar pliiis! :)

miércoles, 17 de agosto de 2011

Capítulo 3: Mi primer beso.

Asturias. Agosto. El verano está apunto de acabar. Un gran bosque por el que atraviesa un camino lleno de hojas, agujas de pino y cigarras. Y, además, el calor de ese sol que dura todo el día. Un eco a lo lejos, el rumor de las olas del mar.
- Esto es peligroso, ¿verdad?
Avanzamos en grupo. Somos cinco. Tania, Roberto, yo, Jaime e Isabel. Estamos en medio de la senda del bosque, andamos medio escondidos, porque está prohibido traspasar la gran verja del pueblo. Y, en cambio, nosotros lo hemos hecho, hemos decidido correr el riesgo con lo que todo ello conlleva y aventurarnos. Vamos a ver un castillo contruido en el siglo XII.
- Pero es peligroso...
- ¡Qué peligroso ni qué ocho cuartos! Lo único que puede pasar esque el vigilante si nos pilla nos ponga una multa.
-Sí, ¡pero está lleno de víboras!
-¿¡Qué dices!? ¡¿Estás loca?! ¡¿Cómo va haber aquí víboras?!
-¡Que sí, que salen de noche!
-¡Que no! ¡Que te digo yo que no hay nada!
Tania está obsesionada. Se cree que lo sabe todo. No la soporto cuando se comporta así. Pero su madre hace una empanada para chuparse los dedos, y a la hora de comer nos la trae a la playa, de manera que nos combiene tenerla dentro del grupo, porque si no fuera por eso, estaría fuera. Jaime guía el grupo, es el más valiente. Roberto, que es su amigo parece tenernos miedo, quizá porque es el más pequeño.
TracJaime separa los brazos y los demás nos paramos en seco. Hemos oído un ruido a la derecha del arbusto.
-Quietos, podría ser un animal... parece grande.
-Puede que sea un erizo- apunta Tania.
Pero acto seguido oímos unas carcajadas. Nos volvemos todos. Al final de la fila está Isabel, se ríe como una loca, es más se ríe a mandíbula batiente. Debe de haber tirado algo en algún arbusto. Roberto entorna los ojos.
-Eres...¡eres una estúpida!
Jaime se encoge de hombros. Yo corrijo la frase.
-Haz el favor de hablar como es debido... Es una imbécil, una gilipollas, nos has dado un susto de muerte.
Tania cabecea.
-Bueno, ha sido lista, ha tirado la piña justo en el arbusto con las bolitas rojas...
-¿Qué quieres decir?
-¿No lo sabeis? ¡Las víboras precisamente comen esas bolitas rojas!
No sé que llegará a ser Tania en la vida, ¡pero si se dedica a la botánica o al estudio del mundo animal cometerá un gran error! ¡Como el que hemos comentido nosotros al dejarla que se viniera! Sim embargo no consigo reirme de mi ocurrencia cuando de repente...
-¡Eh, vosotros! ¿Adónde se supone que vais?
Un vozarrón interrumpe nuestras carcajadas. Lo diviso a lo lejos, avanzando amenazador entre los árboles. A sus espaldas y a un lado del camino, está su viejo Seiscientos gris, con una de las puertas delanteras abiertas. No cabe ninguna duda.
-¡Es el vigilante! ¡Huyamos!
Y echamos a correr a toda velocidad entre las plantas y los árboles. Jaime me coge de la mano y tira de mí.
-¡Vamos, venga, corre lo más deprisa que puedas! Vayamos por aquí, que están las cuevas.
-¡Tengo miedo!
-¿Miedo de qué? ¡No debes tener miedo, estás conmigo!
De manera que hechamos a correr entre las plantas altas, en el bosque, en medio de los arbustos, cada vez a más velocidad, en línea recta.
Roberto y Tania, en cambio, se han desviado a la izquierda, mientras que Isabel corre más despacio, casi se tambalea detrás de nosotros.
-Venga, de prisa, vamos.
Jaime me arrastra al interior de una de las cuevas. Tienen una altura de, al menos, diez metros y de repente se tornan frías y oscuras, tan oscuras que tras dar dos pasos no vemos nada, Es un buen escondite, y nos apretujamos contra la pared. El silencio es absoluto y se percibe un extraño olor a verde, como si todo estuviese húmedo, mojado. Después vislumbramos al vigilante que pasa a lo lejos, por suerte no nos ha visto.
Se divisa un poco de luz y el verde del bosque con los reflejos del Sol en las hojas más grandes. Pero en la cueva hace frío, y cuando respiramos salen unas nubecitas delante de nuestras bocas, como si estuviéramos fumando.
-Oye Jaime, pero...
-Chsss...-susurrá y me tapa la boca con la mano justo a tiempo, porque el vigilante se asoma a la entrada de la cueva y escruta a derecha e izquierda, mientras nosotros nos aplastamos aún más hacia la pared. No ve nada, de manera que se da por vencido y se aleja. Pasados unos segundos Jaime me quita la mano de la boca.
-Uff.
Exhalo el aire que había contenido hasta ese momento.
-Menos mal.
-¿Has sentido miedo?
-No, contigo no.
Le sonrío. Y veo sus ojos en la penumbra, se iluminan apenas y son grandes y profundos y preciosos, y no consigo dilucidar si me está mirando o no, pero sonríe. Veo sus dientes blancos en la oscuridad de la cueva. Y la verdad esque un poco de miedo si que he pasado. Pero sea como sea no quiero decírselo.
-Venga, sí que has sentido un poco de miedo. Si nos hubiera descubierto...
-¡Bueno...!
Pero no me da tiempo a seguir porque se acerca a mí... y me besa. ¡Sí, me besa! Siento sus labios sobre los míos y permanezco un instante con la boca quieta sin saber muy bien qué hacer. Pero siento que él hace presión. Y su boca es blanda. Y, que extraño, la va abriendo lentamente... y yo también lo hago. Pero ¿qué ocurre? Siento algo raro en la boca. Estamos en la oscuridad de la cueva, tan cerca el uno delotro que nisiquiera sé si me está mirando o no. Abro lentamente un ojo, echo un vistazo, pero no se ve nada, de manera que vuelvo a cerrarlo. ¡Es su lengua! Socorro... Sin embargo..., no me molesta. Menos mal. Qué bonito. Siempre me había imaginado este momento, quizá demasiado, en serio, porque al final los demás te cuentan tantas cosas que terminas preocupándote más de lo que harías por tí sola.
Así que al final me abandono y lo abrazo mientras seguimos besándonos. Y sus labios son suaves y de vez en cuando nuestros dientes se chocan, nos echamos a reír y volvemos a empezar, ligeros, sonreímos en la penumbra y él me besa mucho y tengo el contorno de la boca mojado. Pero no me molesta... De verdad, no me molesta.

¡Lo siento, lo siento, lo siento! x100 Siento haber tardado tanto en publicar, pero esque entre el blog de diseños y otras cosas que me han surgido no he tenido tiempo, de verdad que lo siento, espero que me perdoneis! :(
Espero que os haya gustado el capítulo, pero aún hay más sobre Jaime y Marina, dentro de poco publicaré la segunda parte, y esta vez os prometo que no tardaré tanto en publicar.
Un besazo

viernes, 5 de agosto de 2011

Nuevo blog de diseños! ;D

Hola! :D bueno pues como podeis ver esto no es un capitulo! xD solo os queria informar de que e abierto un nuevo blog de diseños, y me gustaria que os pasaseis, para verlo.
Se llama Love Desings y la direccion es http://my-love-desings.blogspot.com/
Me podeis encargar lo que querais ;D
Tengo una Co-WeMiss que se llama Eva, ella tambien se encarga de los pedidos. Si hay alguien que tambien quiera ser Co-WebMiss y formar parte de Love Desings solo teneis que seguir los pasos que indico en el blog! :)
Besoss!
PD: pronto publicaré el capitulo de el primer beso de Marina! ^.^